En Colombia, al día de hoy, seguimos buscando maneras de sanar el dolor de la guerra, los años de abuso y la huella marcada como herida indeleble en el cuerpo de las mujeres, las comunidades y los territorios. La hora de las lavanderas es un relato, guionizado por la investigadora Clara Inés Valdés Rivera, que da cuenta de una práctica ancestral de las mujeres negras del Urabá Extendido, utilizada como preciado elemento simbólico para sanar. Esta historieta financiada por el Estado a través de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No repetición a través de su grupo de género, contó con el insumo histórico representado en el Colectivo de mujeres de Turbo (Antioquia), quienes aportan con su permanente trabajo social a la sanación de las mujeres afrocolombianas en medio de la adversidad.
La noche es el momento en que las mujeres lavanderas se reúnen para limpiarse de los malos espíritus que las dañaron. No hay una sola viñeta de esta historieta que no luzca, huela y sepa a esa agua mezclada con hierbas dulces y amargas, que al mismo tiempo relatan el inmenso dolor que se va, que se aleja con el agua golpeada entre lágrimas.
La hora de las lavanderas, fragmento página 6. Dibujo: Nathalia Villegas.
Si bien La hora de las lavanderas, no es la única narración gráfica dentro de la colección Novelas gráficas de reconocimiento, gestadas por la Comisión de la Verdad, como aporte para construir una memoria nueva que relegue de a poco el capítulo de conflicto que creímos interminable, esta corta narración visual de escaso pero significativo texto, es la única que da cuenta de los procesos de resistencia de las mujeres afro violentadas durante la guerra en Colombia, es un relato fiel y extremadamente sensible a un proceso que en ocasiones parece invisible.
La hora de las lavanderas, fragmento página 6. Dibujo: Nathalia Villegas.
Más allá del gesto repetitivo de remojar y golpear las prendas en el agua una y otra vez, casi a modo de vaivén; esta historieta, dibujada por Nathalia Villegas, revela como hay fracciones del alma que se reúnen con ese movimiento, pedazos de la historia dolorosa del cuerpo que encuentra cura en los cantos como rezos, eso es La hora de las lavanderas, un canto ilustrado de sanación, un ritual nocturno antes privado, ahora al alcance del deseo de sanar que tenemos todas las y los colombianos.